domingo, 29 de abril de 2018

Funda de sofá

 

Cuando llegamos a Casablanca casi no teníamos muebles. Nos mudamos a nuestra casa prácticamente con un solo colchón en el suelo. En fin, que a los dos o tres días por facebook encontré en uno de esos grupos de "españoles en..." a unos españoles que se mudaban definitivamente a España y vendían todos sus muebles. Así que fuimos allí y les compramos algunas cosas para empezar en nuestra nueva casa. Entre todas ellas,compramos este sofá y durante más de un año fue nuestro único sofá, le cogimos mucho cariño y, aunque la tapicería ya estaba un poco hecha polvo, tenía una ventaja: era totalmente desenfundable. Podéis ver como era en esta foto.


Pues cuando cogimos el sofá de casa de los abuelos de mi marido, retiramos este sofá a nuestra habitación y entonces, puesto que toda a habitación está en tonos grises y azules, decidí cambiar la tapicería del sofá y podéis ver el resultado en la primera foto ^_^ Creo que a Baloo también le encantan las nuevas telas ;) 


lunes, 23 de abril de 2018

¡Feliz Sant Jordi!


Desde la Trastienda de Pris, Baloo y yo os deseamos un feliz día de Sant Jordi ^_^ 
Disfrutad mucho del día pero sobre todo leed :) Como podéis ver Baloo ya esta practicando... Aunque no sé si debería preocuparme por el tipo de lectura que ha elegido.... ¡Un abrazo a todos! 

viernes, 20 de abril de 2018

Cartel para el cuarto


 

Hace poco fui con mi madre y con mis tías a un festival de patchwork que se hacía en Sitges. Como podéis comprobar lo de coser y hacer manualidades viene de familia... En fin, a las cuatro nos encanta compartir esos momentos, reírnos  y sobre todo comprar cositas para poder hacer más tarde. Había un montón de puestecitos súper monos y ya os iré enseñando más cositas a medida que las vaya haciendo porque había cosas que realmente enamoraban.
Uno de esos puestos que enamoraba era el de cartelitos de madera. Me encantó, tenía mil y una cosas de maderita para hacer carteles y más botones aún. La pena es que no cogí el nombre la tienda (que conste que fue en la única que me pasó ya que el resto de nombres sí que los tengo.

 

Yo me compré este cartelito tan, tan cursi que podéis ver aquí arriba para hacer para la puerta de nuestra habitación. Me enamoraron, como os podéis imaginar, los gatitos y no pude resistirme. Había también botones para hacer una cartel para el baño que eran super chulos (esos se los compró mi madre). Para pintar el cartel he utilizado pintura de tiza (como no... ¡soy súper fan!) y pintauñas para las letras de madera.

   

Tengo que admitir que la idea de pintar las letras con pintauñas no fue mía. Cuando lo compré, el hombre del puestecito que era súper simpático, me dijo que si las pintaba con pintauñas sería mucho más fácil ya que el pintauñas se seca muy rápido y el pincel es muy pequeño y la verdad es que me ha ido súper bien. 

 

Finalmente, pegué todos los elementos con cola blanca de carpintero y le añadí algunas otras piezas de madera que tenía por casa. En los bordes exteriores, tras el secado de la pintura de tiza, utilicé tinta de scrapbooking dorada para envejecerlo un poco y que no quedase todo tan liso y en el botón de los gatos añadí un lacito blanco. Finalmente coloqué un lazo de raso fino para poder colgarlo de la puerta. Espero que os guste, seguiré trabajando para la próxima entrada del blog ;)

 

viernes, 13 de abril de 2018

Colcha de yoyos

 

Hoy es un día espectacular, realmente espectacular porque amigos y amigas por fin, después de 11 años he acabado por fin mi colcha de yoyos. Esta colcha la empecé en la universidad cuando estaba estudiando tercero de sociología y vivía en Barcelona. La verdad es que tiene telas de por todos los sitios por los que he pasado en mi vida prácticamente.

   

Es verdad que ha sido un proyecto bastante interrumpido. Pensad que cada uno de los yoyos está hecho a mano y unidos también a mano. Muchas veces dejaba el proyecto abandonado durante tres o cuatro meses (o más) para después cogerlo otra vez. Creo que cuando haces proyectos tan grandes tienes que dejarlos de vez en cuando y cogerlos otra vez cuando te apetezca. La verdad es que yo siempre tengo un montón de proyectos en marcha y este era uno de mis continuos.

 

Creo que prácticamente todas las personas que me conocen me han visto alguna vez hacer un yoyo delante de la tele o han oído hablar de esta colcha. Recuerdo cuando vivía con mi amiga Pris, que le encantaba verme hacerlos y le hice uno de la tela amarilla con cerezas rojas que colgó en el corcho de su cuarto. Recuerdo cuando casi pensaba que la tenía acabada y "solo" me quedaban los yoyos negros. En esa época ya vivía de nuevo en Mallorca y en uno de mis viajes a Barcelona a ver a mis amigas decidí comprar la tela negra ya que allí era más barata. Recuerdo como Marina, Dani y yo calculábamos, cual problema de mates, cuantos yoyos más tenía que hacer y cuántos metros de tela negra necesitaba (por cierto chicos, me han sobrados como dos metros de tela, que ya utilizaré para otra cosa no worries).

   

A día de hoy puedo hacer yoyos prácticamente con los ojos cerrados y sé muy bien la cantidad de hilo que necesito para hacer uno, como cortarlo... En fin que la mayoría de esta colcha está hecha mirando la tele mientras cosía. Incluso cuando vivía en Bruselas hice yoyos sueltos para luego coserlos en Mallorca. Y, finalmente mi padre y Malen, en uno de sus viajes aquí a Marruecos, me trajeron la colcha, a trozos, metida en sus maletas así que al final la colcha, que ha viajado por trozos por medio mundo como podéis ver, ha sido terminada en Casablanca. 

   

Esta colcha la empecé porque cuando era pequeña recuerdo ver una colcha igual en casa. Bueno, no era igual, igual.... Era de yoyos también pero no tenía las lineas de color ni las lineas negras que he hecho yo, ni los triángulos... Eran cuadrados de colores y era para una cama de 90, no como esta que se puede utilizar en una de 1'60 o de 1'50 como podéis ver. Esa otra colcha, más antigua la había hecho mi madre, que fue la inspiración principal para empezar esta que veis. A mi me encantaba esa colcha, desde super pequeña era mi preferida y, por eso, decidí hacer una por mí misma. Mi madre me animó y me dijo que era una buena idea aunque llevaba muchísimo trabajo (¡y es verdad!)

 

Como veis es una colcha llena de recuerdos ya en su confección pero espero que se llene de muchos más recuerdos con el tiempo y que siga viajando conmigo a todos los sitios a los que vaya. Si alguien tiene la idea de hacerla, sinceramente es algo que lleva mucha, mucha paciencia y mucho, mucho tiempo. Hay que ser paciente y hacerla poco a poco pero como podéis ver el resultado es espectacular así que animo a cualquiera que lo quiera intentar.

   

Bueno, espero que os guste mucho el resultado, tanto como a mí. No os podéis ni imaginar la satisfacción que sentí al coser el último yoyo de la colcha. La verdad es que me encanta el resultado y me encantaría poderos enseñar cada detalle ya que cada uno de los cuadrados es totalmente diferente, todo hecho con diferentes telas ya que la mayoría está hecho con quaters y por eso las telas son tan diferentes. En fin, que estoy emocionadísima y espero que vosotros también lo estéis cuando veáis las fotos. ¡Un beso a todos!

 

viernes, 6 de abril de 2018

Pendientes de piedras


Y sí, para mí, señores, esto son pendientes de piedras y tienen una historia bastante singular. Resulta que hace un año viajé con mi marido al Sáhara. Cuando estábamos llegando al desierto el autobús se paró en una de estas típicas visitas para turistas que te enseñan como se hacen cosas super guays con las piedras con fósiles que sacan del desierto y que al final termina en una tienda de recuerdos hiper cara. Si os soy sincera yo soy mega escéptica con este tipo de tiendas y al bajar del autobús ya tengo súper claro que no voy a comprar nada de nada... En fin, que estábamos en esa tesitura cuando llegamos a los objetos de compra. De repente había unos pendientes que me encantaron, pregunté el precio y un pastizal... Y además pensé: yo esto puedo hacerlo. Así que me fuí bastante dispuesta a salir de la tienda cuando de repente mi marido me llamó. Había encontrado un pequeño cajoncito estaba bastante escondido con piedras sueltas. Pues bueno, ahí fuí yo, cada piedra costaba unos 0'25 céntimos (3 dirhams) y dije pues esto sí que me lo compro. Con toda mi paciencia estuve ahí en la caja buscando dos piedras que se parecieran y tuvieran un agujero hecho.

   

Como podéis ver me esmeré bastante y se parecen muchísimo entre ellas. He tardado un montón en hacerme los pendientes pero por fin los tengo acabaditos. Y la ventaja es que no pesan demasiado. Para hacerlos utilicé los materiales de la foto que podéis ver a continuación. Muy sencillo, la verdad.

   

Como veis hilo de nylon, unos alicates, anillas de color cobre y enganches de pendientes. Inicialmente tenía la idea de utilizar las anillas directamente unidas al enganche pero la piedra era demasiado gruesa así que cambie de idea y utilicé el hilo haciendo un nudo bastante sencillo para que cogiera la piedra. 

   

Y bueno una vez cogida la piedra, hice un nudo en la parte superior incluyendo la anilla, sellé con un poco de silicona caliente y con los alicates añadí el cierre de pendiente y voilà!

 

Para las otras dos piedras utilicé el mismo proceso pero con un hilo un poco más claro. Bueno y para que os deleitéis con el resultado aquí tenéis unas fotos mías con los dos modelos aunque al ser selfies pues claro, no sé yo si se ven muy bien. ¡Espero que os encanten! ^_^

            

lunes, 2 de abril de 2018

Toallas con nombre

 


Aquí tenéis otra toalla que le he hecho a mi cuñada Insaf como regalo para su nueva casa. Le he hecho la de baño y también una más pequeña para el lavamanos, que es más sencilla. Elegí principalmente los colores rosa y verde, cada letra con una tela diferente porque me pareció una buena combinación. Además a mi cuñada le encanta el verde ^_^ ¡Espero que os guste!